21rs, 3 de diciembre de 2013

Por Francisco Paniagua

Siempre me ha gustado ver cómo los personajes públicos actúan tras las cámaras. Porque es allí donde descubres con más nitidez cuál es su modo de proceder. Desde hace años, Julia pasa cada tarde en el estudio principal de Onda Cero Barcelona donde, si no fuera por la insonorización especial, entraría de lleno el bullicio de las Ramblas. Allí -sin la angustia de las cámaras, como ella dice- presidiendo una mesa ovalada llena de micrófonos y acomodada en un sillón alto que hace girar con destreza, Julia se desenvuelve como pez en el agua.

Julia tiene muchos registros profesionales, pero donde a mí me gusta especialmente es en la entrevista. Y me gusta porque sabe escuchar y porque deja hablar al entrevistado. Asegura que su técnica es no comportarse como una gladiadora ante el entrevistado sino dejar que éste se muestre como es en lo bueno y en lo malo. Prácticamente todos los grandes personajes de este país han pasado por sus programas, pero sé que guarda un excelente recuerdo de la entrevista que le hizo en su día al general Gutierrez Mellado.

Julia odia el chismorreo y ha sido galardonada muchas veces como periodista. Pero el Ondas Nacional de Radio, que acaba de recibir, es especial porque reconoce toda su trayectoria profesional.

Cada tarde, antes de entrar en el estudio, Julia se perfuma. Es el último gesto antes de iniciar su programa. Simplemente porque le hace sentir bien. Y eso se transmite al otro lado del receptor.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net