El País, 6 de marzo de 2005

La cadena estatal sufre la peor caída de su historia y acusa la fuga de espectadores en los formatos de producción propia

ROSARIO G. GÓMEZ

"Conversaciones y no gritos". Éste es el modelo de televisión por el que ha apostado la directora general de RTVE, Carmen Caffarel. Pero los resultados de audiencia están lejos de lo esperado. El equipo gestor asegura que la televisión estatal ha ganado en calidad, pero ha perdido en cantidad. De hecho, los programas de producción propia estrenados esta temporada obtienen discretos resultados e incluso los telediarios están cediendo terreno en favor de las privadas. Directivos del Ente confían en la Liga de Campeones (TVE-1 transmitirá el miércoles el Juventus-Madrid) para superar el bache, que en febrero alcanzó cotas históricas con el 19,1% de cuota de pantalla.

Caffarel se manifestaba esta semana "moderadamente satisfecha" de la programación, aunque admitía que "algunos programas tienen que ser reconducidos". El primero será La azotea de Wyoming, uno de los formatos que más severamente han acusado el azote de las audiencias. Se trasladará de la noche del miércoles a la del domingo esquivando así la dura competencia de la serie de Antena 3 Aquí no hay quien viva.

Significativo fue el comportamiento de Wyoming el pasado día 23. El partido de la Liga de Campeones disputado entre el Barcelona y el Chelsea atrajo en TVE-1 a 7.535.0000 espectadores (39,9% del total). En sólo unos minutos, la audiencia se desenganchó en masa y La azotea, que se emitía a continuación, bajó estrepitosamente para cerrar con una media de 987.000 (6,1% de cuota).

Este movimiento de ficha es una consecuencia de los efectos implacables de las audiencias. En lo que va de temporada (desde septiembre pasado), la mayoría de los nuevos programas de TVE-1 no alcanzan la media de la cadena. Tan sólo Dos rombos, el consultorio sexológico de Lorena Berdún, y las alocadas parodias de Splunge se salvan. El primero ha obtenido una media del 20,6%; el segundo se queda en el 19,6%, según el análisis de Corporación Mutimedia sobre datos de Sofres.

Por debajo de la media se sitúan 59 segundos (18,7%), Préstame tu vida (16,6%), Las cerezas (16,3%) y La azotea de Wyoming (11,4%). En un escalón inferior aparece El sábado, un formato de humor presentado por Minerva Piquero (9,9%). Programas heredados de la anterior etapa, como la serie documental Memoria de España, han perdido también interés entre el público y se ha estancado en el 14,2%.

La audiencia de algunos programas oscila notablemente en función de los invitados. Las cerezas, dirigido y presentado por Julia Otero, fue líder durante tres cuartos de hora el 1 de febrero (entre las 23.40 y las 24.20) coincidiendo con la entrevista a un dúo singular: Teresa Rivero y Bertín Osborne. También despegó con la sección de humor 'El microondas', hasta el punto de registrar picos de cuatro millones de espectadores (33%), según datos del programa.

Los datos del último mes ponen de relieve los puntos débiles de la televisión pública. La tarde, plagada de reposiciones, el tramo de máxima audiencia (de 20.30 a 24.00) y la noche otorgan a TVE sus peores marcas. Caffarel subraya la "contradicción" que supone "la demanda de programas de calidad, que no sean chabacanos, y que no gasten mucho" y la exigencia de audiencia.

"Defendemos una rentabilidad social y cultural frente a una rentabilidad exclusivamente mercantil", dijo esta semana en el Congreso. Señaló, por ejemplo, que La mañana tiene una presentadora (Inés Ballester) y una colaboradora, frente a otros formatos similares de la competencia, que cuentan con ocho colaboradores. En cuanto al coste, precisó que un capítulo de una telenovela le cuesta a TVE alrededor de 9.000 euros, seis veces menos que cualquier magacín de testimonios que inundan las privadas.

Por grupos sociodemográficos, el público de La Primera está formado más por mujeres que por hombres, es el más envejecido de las cadenas generalistas y pertenece a una clase social media-baja. El 25,6% tiene más de 65 años, mientras que los jóvenes entre 25 y 44 años representan el 17,2%. Las zonas rurales son su granero de espectadores. El 23,4% reside en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. Este perfil se ajusta a programas como Noche de fiesta o Los Morancos, que han sido erradicados del canal estatal.


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