El Periódico, 26 de diciembre de 2004

Ferran Monegal

Hombre, este año TVE-1 no nos ha colocado la Nochebuena con Raphael, con lo cual nos hemos ahorrado la emisión 4.414 de El tamborilero. Es de agradecer. Este año, como que la casa está buscando su identidad, su unidad de destino en lo universal, y no sabe qué hacer, ha pensado ¡al menos ahorremos! y tirando de la máquina del tiempo nos ha puesto restos de la Telepasión de otras épocas. ¡Ah!, eso de meter mano en el archivo produce espejismos curiosos: a veces no sabes si lo que ves es de hace 10 años o de ahora. Pongamos el caso de Julia Otero. ¡Qué hermoso pasaje recuperaron de ella! Reemitieron su actuación en la Telepasión de 1990, cuando interpretó Blue moon rodeada de un combo de músicos negros, en plan Cotton Club. Espatarrante momento. Gracias a él hemos comprendido dos cosas: que la cereza, bien tratada, se conserva divinamente, y que eso de Antes muerta que sencilla no lo ha inventado la niña María Isabel, sino Julia hace 14 añitos, y sin saberlo. Le aconsejo que repita ese número en Las cerezas: subirá la audiencia. Debería, eso sí, replantearse el tema de la orquesta. En 1990 pintaron con betún a los músicos para que pareciesen negros. O sea, era el Cotton Club de Vallecas. Hoy eso sería objeto de interpelación parlamentaria. Habría hasta ceses. También hemos visto a Wyoming como alcalde de Belén. No sabría decirles si eso es nuevo o viejo: ha llegado un momento es que el rostro del este estimable showman ha adquirido una consistencia pétrea, que el paso del tiempo no le afecta. Como alcalde se quejó de cómo queda la imagen de su ciudad por culpa de los pesebres. Y ante la figurita del caganer, gritó: "¡A cagar a otro sitio!" con indignación. Del resto de antiguas telepasiones pongamos la más dolorosa: la de Carlos Lozano cantando Goldfinger disfrazado de James Bond. Es tremendo constatar que el presentador de Eurojúnior y O.T., musicalmente hablando, es sordo.