El Periódico, 23 de diciembre de 2004

Ferran Monegal

No es mala la estrategia de Julia Otero (Las cerezas, TVE-1) de entrevistar a dos personajes a la vez, y buscar en ellos la coincidencia, la similitud, como pareja de cerezas gemelas. Esta semana acertó con José Bono y Fran Rivera. Sí señora, ambos son dos sensacionales toreros. Uno lidia en la política, y hace posturas tremendas, y muchas veces hasta le pilla el toro a causa de sus siempre polémicas declaraciones. Para muestra, la que nos deparó allí mismo hablando de ese sonoro desencuentro entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno. Dijo: "La inmensa mayoría de los votantes socialistas somos cristianos, pero a veces hemos vivido una historia que nos ha conducido a pensar que Dios era de derechas". ¡Ah! Tiene mérito el espíritu guerrero de este ministro de la guerra: por si fuera poco el cabreo episcopal, ahora se ha ganado la ira celestial involucrando a Dios en el tema. Por su parte, Fran Rivera lidia ahora no sólo en las plazas de siempre, sino que también se enfrenta al toro de los programas de tele de vísceras al descubierto, y se duele de las cornadas que le entran. Volvió a repetir aquel argumento suyo, tan pintoresco, sacado de la revista Hogar y Mueble, y que queda resumido en este lema: si vendes los muebles de la cocina no quiere decir que también estén en venta los del dormitorio. Hombre, eso ya no cuela. El famoso que trafica sistemáticamente con su privacidad en busca de la notoriedad o del cheque no puede venir luego con exigencias.