Diario Sport, 24 de febrero de 2003

David Riera

Elegante, correcto y con una sonrisa de par en par. Así se mostró Radomir Antic en la Columna de TV3, donde manifestó que sus jugadores son los mejores, y que es vital hacerlos sentir como en su propia casa. El serbio se siente un privilegiado por dirigir al Barça, aunque es plenamente consciente de la exigencia y necesidades del club.

Su flor es indiscutible, pero asegura no ser un mago. Su 'varita mágica', una desbordada pasión por el fútbol, unida a una tremenda ambición, de la que hace gala sin ningún reparo. Así es Radomir Antic, o almenos así se mostró en el programa de la Columna, donde tuvo que lidiar con Julia Sotero sobre los distintos frentes abiertos, y no tan abiertos, que colean en Can Barça.

El serbio se mostró tan realista como esperanzado en sacar al equipo del pozo, merced a una confianza casi ciega en los jugadores, a los que considera "los mejores del mundo". La simbiosis entre equipo y afición es fundamental, así como el hacer una verdadera piña entre todos los integrantes de la plantilla. De ahí que una de sus metas sea "conseguir que los jugadores sientan que el Barça es su casa".

Antic reconoce "sentirse un privilegiado" por sentarse en el banquillo local del Camp Nou, aunque no por ello esconde los retos y obligaciones que ello supone: "Tengo muy claro que los objetivos deben estar en consonancia con las posibilidades y grandeza del club, y que ahora mismo no se están cumpliendo las espectativas". Es por ello que el entrenador azulgrana demanda "hombres con carácter que sepan levantarse tras las caídas", pues, y añade, "el crédito en el Barça dura poco bien poco, porque cada día hay que superarse".

El técnico serbio, al contrario que Van Gaal, piensa que son los jugadores quienes atesorar el arte , y como consecuencia de ello, "siempre hay que adaptar el sistema a las cualidades de los jugadores", a los que da plena libertad y con los que trabaja para conseguir una "idea conjunta y una progresión que permita dominar distintas fases del juego".

Con repecto a Saviola, que parece haberse destapado y que se está erigiendo en el auténtico protagonista de este nuevo Barça, Antic ha destacado que se están potenciando sus virtudes y escondiendo sus defectos, lo que deriva en su actual rendimiento: "Lo mejor es que el jugador está disfrutando, y todos nosotros con él". De hecho, Antic piensa que el éxito en la transformación de su juego, la mayor libertad de la que goza, no sólo está posibilitando que anote con facilidad, sino que también se sacrifique en bien del equipo: "No tiene tareas defensivas, pero está defendiendo más que nunca, precisamente por eso, porque no es su obligación".

El ex entrenador de Madrid y Atlético, entre otros, no quiso comentar nada acerca de la duración de su contrato ni de su posible continuidad al frente del equipo a final de temporada, consciente de que todo depende del balance final y de la percepción de todo el barcelonismo: "De poco sirve que me quede, sin la gente no está convencida de que soy la persona ideal para dirigir el nuevo proyecto del Barça".


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