La Vanguardia, 6 de diciembre de 2000
Texto: Josep M. Baget Herms

El nuevo líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero pasó por "La columna", donde fue entrevistado durante más de media hora por Julia Otero con el añadido de una pequeña "coda" a cargo de su fiel y eficaz escudero Pitu Abril. Que en un programa de sobremesa se pueda hablar de alta política, desde el indulto a Gómez de Liaño a la situación en Euskadi, es hoy en día casi un milagro. La audiencia descendió un poco en relación a días anteriores, quizá por encontrarnos metidos ya en una semana en la que la gente está pensando sobre todo en el macropuente festivo, pero algo está cambiando en el paisaje audiovisual de nuestro país.

Este cambio de rumbo que empieza a observarse se debe en buena medida a iniciativas como "La columna", un espacio de corte netamente periodístico y de cuestiones de actualidad en general dominado por la fuerte personalidad y capacidad de comunicación de Julia Otero y donde se elude cualquier clase de referencia -incluso crítica- a la tribu de famosillos sin oficio ni beneficio y se da la palabra a quienes tienen algo que decir. Otro pequeño milagro si tenemos en cuenta que este programa ya lidera habitualmente su franja horaria.

Rodríguez Zapatero aceptó encantado las preguntas de tipo personal e intimista, que siempre resultan más agradecidas, pero también la imagen de su guiñol de Canal + o las maliciosas interpretaciones sobre su mano derecha y su mano izquierda. Por otra parte, y en su condición de "culé", aguantó con estoicismo la foto de Luis Figo vestido de blanco que le propuso Pitu Abril. Zapatero se despidió de Julia con dos besos y un enigmático "ya nos veremos". ¿Será tal vez en la Moncloa? El tiempo lo dirá.