El Periódico, 10 de agosto de 2001
El País, 16 de septiembre de 2001

Ventura Subiela

Hace dos años, unos ejecutivos de una empresa globalizadora, Telefónica, decidieron que para optimizar sus cuentas de resultados y acallar una voz discrepante con el pensamiento único deberían suprimir un programa de radio que, paradójicamente, era líder de audiencia. Se llamaba La radio de Julia, dirigido por Julia Otero. La gran idea les salió rana, pues no sólo disminuyó la audiencia de la emisora, Onda Cero, sino que creó una campaña de solidaridad y repulsa, con la consecuente disminución de beneficios que les generó la escasa audiencia. Julia fichó por TV-3 y ahora su programa de la televisión autonómica es líder de audiencia por las tardes, a pesar de grandes hermanos, bazofias rosa y corazones sangrantes. Sirvan estas palabras para recordar un tipo de radio y maneras que en el actual mapa mediático no existe y porque el tiempo que duró nos sirvió a muchos para ver y reflexionar más allá de lo que unos, el Gobierno y sus satélites, querían.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net