!Ha pasado un año! Un año entero, largo, lleno de incertidumbres. El 2 de Agosto del 99 poco antes de las 2 de la tarde el flamante Consejero Delegado de Telefónica en Onda Cero, D. Javier Gimeno, me comunicaba que por ser el nuestro un programa "elitista e intelectualmente elevado" (creo que es el mejor elogio profesional que he recibido jamás) no encajaba en la nueva programación de la Cadena. No es necesario recordar todo lo ocurrido después, un auténtico golpe de estado mediático que impidió, sin reparar en mezquindades y miserias, que el equipo de "La radio de Julia" se asomara esa misma tarde a los micrófonos de la radio. Los pretextos y justificaciones con que en los días sucesivos intentaron explicar lo inexplicable serían casi graciosos si la inteligencia de quienes los profirieron fuera capaz de tal cosa. La marcha de la Cadena y sus índices de audiencia en este año sí están probablemente a la altura intelectual de sus dirigentes, hoy ya exdirigentes.

Imagino que muchos de vosotros no acabais de entender mi extrema prudencia en este tiempo. Hubiera sido fácil, creedme, larzarme a una especie de circo mediático, concediendo entrevistas y haciendo declaraciones tan gruesas como obvias. Pero no me gustan los martirologios ni el papel de víctima. Escogí sentarme en la puerta y ver pasar los cadáveres. Y la verdad es que han pasado unos cuantos, algunos con entierros públicos de primera página y otros, más discretos, en páginas interiores. Uno de ellos, !Oh metáfora de la vida!, justamente hoy, un año después. Es cierto que algunos han sobrevivido al temporal, pero ya sabeis que la justicia poética acaba haciendo de las suyas.

A día de hoy, y todos sabemos que las temporadas radiofónicas se deciden antes de agosto, no hay sitio para un programa como el nuestro en la radio española. Como dice Serrat, "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". El proyecto de Blas Herrero, del que habreis leído u oído cosas, no es imposible, aunque tampoco tan inmediato que tenga fecha de inicio. Ya sabeis que es un empresario asturiano, propietario de 60 licencias de radio, que emiten la programación de Onda Cero, pero que podrían desgajarse e iniciar un camino en solitario e independiente.

Las cosas son como son. Por eso decidí aceptar una interesante propuesta de la televisión autonómica de Cataluña. Estoy trabajando contrarreloj desde hace una semana en el diseño de un programa diario de tarde. Mi reto es llevar a la tele el espíritu tremolino y crítico de la radio. No será fácil y, encima, no podré contar con la complicidad de muchísimos de vosotros porque no vivís en Cataluña.

Espero que el recuerdo de tantas horas juntos siga vivo en vuestra memoria. Si quereis que os diga la verdad, ya me parece un milagro que sigais en el foro tan tenaces, tan amorosos, tan cabreados, tan colegas. Creo que ni yo misma era consciente del todo de la clase de gente que me escuchaba. Sólo quiero deciros que las palabras para expresar la gratitud que siento me parecen poca cosa, o cursis o muy tópicas. La única forma de corresponderos es volver a la radio. Y estar a la altura de vuestro recuerdo que es, seguramente, mejor que la realidad que evocais. Tarde o temprano tendrán que contar con nosotros. Aunque sea por la sacrosanta "ley del mercado".

Por último, sabed que os leo muy a menudo y que os mantendré informados de cualquier novedad. Un beso a todos.


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