En una prestigiosa revista científica británica, la “new Scientist”, movida por el ánimo de hacer atractiva para todo el mundo su publicación, ha decidido sortear un premio entre sus lectores. El ganador no lo podrá disfrutar en vida, porque el premio es congelar su cadáver y meterlo en un cilindro de acero, a la espera de que la ciencia pueda resucitarlo entre 50 y 100 años después, cuando los médicos sepan curar la enfermedad que le ha matado. Si el lector en cuestión prefiere la resurrección clásica de nuestro señor y pasa de congelación, puede cambiar el premio por un viaje a Hawai y visitar un observatorio.

Si finalmente les deja fríos, sepan que otro cadáver aún nos hace remover en el sitio. Hoy hemos sabido que la Fundación más subvencionada por Cultura es la de Francisco Franco. Casi 14 millones de pesetas ha recibido la hija de Franco, presidenta de la Fundación para la mejora de los archivos. Archivos, por cierto, donde también se ha congelado el tiempo, no en vano uno de los objetivos es defender la legalidad de “El Alzamiento Nacional”.

Bona tarda. Comença La Columna.


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