somossom.com, 9 de julio de 2013

Las tardes: Julia Otero le toca la oreja a Carles Francino a las 16:00 horas.

Fuente: Gorka Zumeta (gorkazumeta.blogspot.com.es)

El EGM confirma que los hábitos de escucha de la radio en España, con respecto a los horarios, no han cambiado. El prime time de la radio en nuestro país se sitúa en torno a las 8 de la mañana. Aquí se juega mucho una cadena. A partir de las 10 de la mañana, la audiencia empieza a decrecer y no se recupera, en menor proporción, hasta las once de la noche. Las curvas horarias de cada cadena, en relación con la audiencia que acumulan resultan especialmente significativas en las tardes, donde Julia Otero, desde su programa en Onda Cero, alcanza, se solapa, y supera a la curva de la SER, de 16:00 a 17:00 horas. Podríamos afirmar, según el gráfico, que le vence. A partir de las 5 de la tarde, sin embargo, se separan, Julia desciende y Francino aumenta. Pero ahí se ve amenazado un territorio de la SER que es imbatible desde tiempos de Javier Sardá, poco antes de que se marchara hacia su exitosa aventura de Tele 5 con “Crónicas marcianas”.

El cómputo general de ambos programas, surgido tras la tabulación, establece que “La Ventana” (SER) suma 880.000, y se ha dejado por el camino 169.000 oyentes y “Julia en la Onda” (Onda Cero) cuenta con 626.000 oyentes, y ha sumado 59.000 más. En esta comparación no puede obviarse un dato decisivo como es que el programa de la SER suma una hora más (19:00 a 20:00 h.) que Julia Otero no incorpora. De seguir esta tendencia (y es lo que confirma el EGM, siempre lo subrayo) es posible que alguna oleada de esta encuesta certificara que Onda Cero vence a la SER. Una de las estrategias más fáciles por parte de OC sería ampliar el horario del programa en una hora, como su principal competidor, para aspirar al liderazgo de ese tramo horario, en las mismas condiciones. Siempre he creído que la mejora de la calidad de un programa está en relación directa con la eficacia de la competencia, que le servirá de principal acicate o motivación para superarse. Y en este caso, la batalla de la tarde resulta apasionante, desde el punto de vista de las cifras.


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