Editorial del 3 de mayo de 2017

Dos de las universidades más prestigiosas del mundo, La de Massachusets y la de Harvard, han acabado el estudio encargado por el gobierno sobre el futuro del Castor, ese depósito subterráneo para almacenar gas, colocado frente a las costas de Vinaroz.

La inyección de gas, dicen las universidades americanas, son las responsables como se temía, de los centenares de seísmos que sufrieron en la costa de Castellón.

Advierten los expertos de Harvard y Massachusets de los riesgos que conllevaría desmantelar ahora el Castor porque podría provocar lo mismo por lo que se abandonó el proyecto, o sea, más seísmos.

Bien, hagamos números de cuánto nos va a costar la fiesta. De momento, a la empresa constructora, mayoritariamente en manos de Florentino Pérez, ya le pagamos en 2014, por decreto y en menos de un mes, una indemnización de 1.350 millones, unidos a los 110 que ya había cobrado y a otros 300 millones para retribución cuando se extinguió la concesión. Total, casi 1.800 millones. Según la OCU acabaremos pagando en 30 años casi 5 mil millones de euros.

Si creen que al cerrarlo se acaba el gasto, se equivocan. A partir de ahora, además de la cifra millonaria que iremos devolviendo en el recibo del gas durante 30 años, el Estado tendrá que gastarse 15 millones anuales en el mantenimiento de la instalación, que no funciona pero que tampoco puede abandonarse.

Cuando hoy hablaba Montoro de borrachera de gasto ¿Se refería por un casual a este tipo de borracheras que pagamos entre todos pero en las que solo toman copas 4?


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