Editorial del 24 de noviembre de 2016

Patronal y sindicatos se han reunido esta mañana en Moncloa con el presidente Rajoy y la ministra Báñez. Es la primera reunión de diálogo social desde hace un año. Esa ya es una buena noticia aunque esto es solo el principio, "un buen comienzo" según la ministra de Trabajo.

Según la estadística de la Central de Balances que ha difundido hoy el Banco de España, el beneficio de las grandes empresas está creciendo en este 2016 a un ritmo del 13% -de las pymes no hay datos aún- mientras que los salarios siguen durmiendo el sueño de los justos, o tal vez habría que cambiar el dicho, y llamarle "el sueño de lo injusto".

El presidente de la patronal, Joan Rossell, ha dejado claro este mediodía que la crisis no está superada y que para que "el país esté sosegado" harán falta cuatro o cinco años más con el mismo ritmo de crecimiento del empleo.

Suena a jarro de agua fría, pero nada comparado con el Banco de España que, para calentar la reunión, insiste en defender la moderación salarial por encima de todo. Como si los sueldos en España no fueran lo suficiente moderados o como si se observara en alguna estadística que las empresas los están incrementando.

Si crece la economía por encima del 3% y crece el beneficio de las empresas, ¿hasta cuándo hay que seguir esperando para repercutirlo en la masa salarial?.


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