Editorial del 20 de junio de 2016

El INE ha hecho pública este mediodía su encuesta de presupuestos familiares durante el 2015 y aunque no hay alegría que vender, sí una cierta esperanza porque por primera vez desde que empezó la crisis en el 2008, los españoles han incrementado el consumo.

Bares, restaurantes y hoteles han experimentado un pequeño aumento que demuestra que los ciudadanos que se lo pueden permitir, han aflojado un poco el cinturón.

El gasto medio por hogar se sitúa en algo más de 27 mil euros anuales, casi 400 euros más al año que en 2014. La bajada de la gasolina, sobre todo, es lo que dejó más margen a las familias para salir a cenar o al cine más a menudo. Por lo demás la encuesta del INE deja claro que es la vivienda la que se devora el 30% del presupuesto, seguida de la alimentación y los transportes. Sobre todo en las casas con parejas sin hijos, o con hijos menores -ahí quien puede hace todos sus esfuerzos, claro-.

La gran conclusión de esta macroencuesta del INE es que es el consumo interno el que está tirando de la economía, lo cual significa que la política de reducción salarial y empobrecimiento de los trabajadores es peor que un problema: es un error. Solo con sueldos dignos el dinero circula y crece la economía. Hasta un lerdo sin nociones económicas lo sabe.