Editorial del 13 de abril de 2016

Se está enredando por momentos el ministro de industria en funciones, José Manuel Soria, en un bosque de contradicciones. Su comparecencia en el Congreso, la próxima semana, puede ser la mascletá de una semana que al ministro le está sentando mal.

Ayer Soria no conocía la empresa británica UKLines, y hoy aparece su firma y nombramiento como secretario de esa empresa. ¿Mienten los registros mercantiles? El ministro en funciones no entendía qué hacía su rúbrica en los papeles de Panamá, pero allí estaba. Su nombre aparece en el paraíso fiscal, al parecer por error, al igual que la firma de su hermano, el cual dice también que no es la suya.

Si ayer la empresa británica no tenía nada que ver con su familia, hoy sabemos que era de su padre. En definitiva, que el señor Soria no sabe por qué fue nombrado secretario de una empresa que no conocía, ni qué hacía su nombre en documentos con sede en Bahamas. Es más se enteró de todos esos errores y nombramientos por la prensa.

Si hubiera que definir el concepto “huida hacía adelante”, se podría contar la semana horribilis del ministro en funciones. Veremos a dónde lleva esa huida.


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