Editorial del 8 de abril de 2016

Pues nada, que estos señores han roto la baraja y aquí se acabó la partida. Más allá de la dureza e inflexibilidad de unos u otros, ha sido Podemos el partido que ha dado por acabadas las negociaciones esta mañana cuando ha anunciado una consulta a sus bases.

Una consulta que ha cogido por sorpresa al partido socialista y que manifiesta el deseo claro de romper definitivamente el diálogo. Iglesias convoca a sus militantes la semana que viene para que se pronuncien a favor o en contra del pacto del PSOE con ciudadanos y ha añadido que, él votará que no, y que de ser mayoritaria la respuesta positiva, él asumiría responsabilidades, se supone que abandonando la secretaría general.

Es decir, Pablo Iglesias no solo no busca una coartada en las bases para abstenerse y posibilitar un gobierno de PSOE con Ciudadanos, sino que busca abiertamente que eso sea imposible y, que por tanto, se repitan las elecciones.

Estamos pues en el día en que se confirma que PP y Podemos comparten algo, solo una cosa, pero una: el deseo de que los españoles volvamos a las urnas.

Veremos qué ocurre en Junio con los votos que PP y PSOE perdieron a favor de los nuevos partidos. ¿Cuántos de los que se inclinaron por Rivera volverán a Rajoy? Y otra más, ¿en qué proporción los que se fugaron a Podemos regresarán al PSOE?.

En la inminente y nueva campaña electoral volverá a cotizar el voto útil.


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