Editorial del 5 de abril de 2016

Ya hay fecha para el encuentro a tres. Ha costado más de 100 días pero, finalmente, el jueves a las 4 y media de la tarde, se sentarán el PSOE, Ciudadanos y Podemos para intentar el más difícil todavía: intentar que haya gobierno antes del 2 de mayo.

¿Hay margen para que Pablo Iglesias encuentre un mínimo común denominador que invite a sumarse al acuerdo? A día de hoy Ciudadanos es incompatible con Podemos y Podemos con Ciudadanos. Pero, no nos engañemos, solo a una fuerza política le interesa repetir las elecciones y esa fuerza no es ninguna de las tres que se verán las caras el jueves. Solo al PP y a Rajoy, dispuesto a seguir sí o sí al frente de su partido, les conviene poner de nuevo las urnas. Es su única alternativa y la demoscopia -convenientemente engrasadita- les convence de ello cada vez que auguran algún escaño más para los populares.

Esa demoscopia que le dice también al oído a Rivera que sus resultados mejorarían extraordinariamente en una repetición electoral. Pero Rivera ha dado suficientes muestras de inteligencia política como para no saber que en un gobierno con el PP sería devorado en una legislatura como le ocurrió en Gran Bretaña a Nick Clegg con David Cameron, que se lo comió.

Así están las cosas. Sánchez pelea contra el reloj y aún mantiene la esperanza.