Editorial del 14 de diciembre de 2015

Empieza la última semana de campaña con tal volatilidad en la opinión pública que se publica -y que nunca se sabe si es real- que va a ser una semana de infarto para los candidatos.

Por de pronto esta noche asistiremos a un cara a cara zombie, no porque los dos candidatos estén muertos, sino porque el bipartidismo lo está. Las encuestas más optimistas con PP y PSOE no dan a la suma de ambos más de un 48%, así que puede decirse que lo de esta noche es un último simulacro de una realidad que ya no existe. Más de la mitad del electorado no tiene a su partido debatiendo.

Es altamente probable que uno de los dos contrincantes, Mariano Rajoy o Pedro Sánchez, sea el presidente del gobierno. Pero sea uno u otro, llegará a la Moncloa porque un tercero que no está invitado esta noche decidirá que así sea. O sea, “los otros” esta vez están vivos.

Pedro Sánchez saldrá hoy a pelear contra las encuestas: la mayoría le sitúan en segundo lugar pero a varios puntos del PP.

Rajoy saldrá a no equivocarse y a arriesgar lo mínimo dada la perseverancia de su suelo electoral.

El estribillo será en un caso “O yo o el caos” y en el otro, “O yo o sigue Rajoy”. Y en cualquier caso, será el último cara a cara en mucho tiempo, si es que vuelve alguna vez.


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