Editorial del 9 de diciembre de 2015

Los efectos del debate organizado por Atresmedia entre los tres candidatos y la representante del equipo de Rajoy ya están apreciándose en los preparativos que la Academia de la Televisión ultima para el último cara a cara entre los candidatos del PP y del PSOE.

El director de la Academia y moderador del debate, Manuel Campo Vidal, ha anunciado que a diferencia de otras veces no habrá bloques temáticos y sí mayor flexibilidad con los tiempos. No habrá por tanto la rigidez de otras veces en que los directores de campaña imponían y pactaban ámbitos temáticos y un control tan estricto del cronómetro que mataban no solo la labor del periodista sino también, toda espontaneidad y fluidez en la conversación.

Habrá otra novedad en el formato clásico, “ese que se ha hecho toda la vida” en palabras de Rajoy, y es una participación externa cuya concreción aún no se ha explicitado.

Los nuevos tiempos dinamitan las viejas costumbres. Ayer mismo en este programa, Pedro Sánchez ya adelantó que en ese último debate no pensaba ceñirse a norma alguna ni a ningún corsé.

Diecisiete cámaras cubrirán el debate y varias cadenas, entre ellas Antena 3 y la Sexta, han pedido emitir la señal.

Sin duda todo huele distinto en esta campaña electoral. Este grupo, al que pertenece Onda cero, puede celebrar su aportación decisiva a estos cambios.