Editorial del 27 de noviembre de 2015

Dios aprieta pero no ahoga. Montoro ha empezado este viernes a pagar las facturas pendientes que la Administración catalana tenía con las farmacias.

Más de 101 millones se debía a los farmacéuticos en Cataluña que serán gradualmente abonados, según ha recalcado la vicepresidenta este mediodía, “directamente” ¿Supone eso que el gobierno en funciones de Mas ha sido puenteado por Moncloa?

El énfasis que ha puesto Soraya Sáez de Santamaría hace pensar en ello, aunque todo es en realidad más sencillo, consiste en que la Generalitat se adhiera al sistema centralizado de facturas electrónicas y al envío mensual del informe económico a Hacienda. No será muy distinto a la obligación de otras comunidades, pero en tiempos de tribulación electoral, todos sacan tajada: el gobierno saca pecho y habla de “duras condiciones” antes de pagar, y el gobierno de Cataluña explota la humillación a “todo un pueblo” que eso supone. Ambas parroquias, contentas en definitiva.

Mucha gestualidad y algo de sobreactuación. Nada nuevo bajo el sol.


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