Editorial del 29 de octubre de 2015

Si hoy hemos visto en las portadas la foto de Pedro Sánchez con Rajoy distribuida a última hora de ayer por Moncloa, mañana veremos otras dos: la del presidente con Albert Rivera a la una del mediodía -no sabemos si incluye comida- y la de Rajoy con Pablo Iglesias a la hora del carajillo, las 4 y media de la tarde.

Qué saldrá de esas reuniones bilaterales en Moncloa está por verse, pero Rajoy envía una buena señal: se reúne con todos los líderes nacionales, incluyendo al secretario general de Podemos al que hasta hace un par de horas no tenía intención de ver.

Ocurre sin embargo que las Cámaras están disueltas y que los partidos políticos tendrán que aprovechar la reunión de la Mesa Permanente del Congreso para pronunciarse sobre la situación cada vez más delicada en Cataluña.

Tener que correr ahora cuando llevamos tres años viendo venir al lobo, indica hasta qué punto se erró en el diagnóstico y en la medicina.


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