Editorial del 11 de septiembre de 2015

Una Diada que cae en viernes, tan bien ubicada por tanto para celebrar un puente apetecible, tiene sin embargo a esta hora a cientos de miles de catalanes moviéndose por calles y avenidas de Barcelona.

Desde hace una hora han empezado los cortes del tráfico rodado y se acerca el momento de tomar posiciones en el recorrido previsto.

La exhibición de músculo independentista intentará llenar dentro de una hora una de las vías más importantes de la ciudad. El reto es superar el espectáculo del año pasado, ahora que el tic-tac nos acerca a unas elecciones decisivas.

Es la primera vez que la Diada catalana se hace coincidir con el inicio de una campaña electoral. De todos los eslóganes políticos, ninguno como el de Junts pel sí vale para todos y para todo: El voto de tu vida, reza su cartelería. Todos los secesionistas saben que el voto del día 27 es muy importante.

La pregunta es si los no-independentistas han tomado ya conciencia de que el suyo, su voto, es también el de su vida. Un 26% de indecisos según el barómetro del CIS, demuestra que hay un millón de personas que no saben qué o a quién votar. Las campañas se hacen para los indecisos no para los convencidos. De qué vayan a votar y a quién, ese millón de dudosos o de cuántos se queden en casa el día 27, depende todo.


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