Editorial del 14 de abril de 2015

Con Cuatro esquinitas se está haciendo nuestra cama electoral -sea dicho sin segundas intenciones- según los últimos sondeos: Podemos, PSOE, PP y Ciudadanos, por ese orden, pero a menos de tres puntos todos.

Ese tetra-empate traerá muchas consecuencias, entre ellas el miedo de todos los líderes, conscientes como son de un electorado voluble que valora sus acciones y palabras casi al minuto, como si fuera el share de un programa de televisión.

La damnificada inmediata es Susana Díaz que verá el paso de los días sin que nadie se atreva a apoyar su investidura, no sea que ese gesto penalice después en los idus de mayo. La presidenta en funciones de la Junta ha hecho una advertencia esta mañana, o gobierna el PSOE o que lo haga el Partido Popular junto a Podemos. Pero la contienda municipal dejará las cosas quietas, como haciéndose el muerto todos, hasta que pase el 24 de mayo y las elecciones.

Se queja Susana de la falta de gobierno, y mucho nos tememos que seguirán sin él hasta que llegue mejor momento. Y claro, los electores, que son volubles pero no tontos estarán tomando nota: a los políticos lo que de verdad les sigue interesando es lo de siempre, o sea, las próximas elecciones. El futuro y el bien común, ya si eso, tal...


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