Editorial del 10 de marzo de 2015

“Puede ponerlo bien grande: pienso ir a la manifestación contra el aborto de este domingo”. Son palabras de Esperanza Aguirre esta mañana, en una demostración clara de que la campaña electoral ha empezado y de que Aguirre va a significarse allí donde más diferencias encuentre con el gobierno de Rajoy.

Un brindis al sol, en todo caso, porque cuando la aspirante a alcaldesa añade que “el aborto no es un derecho”, sabe que nunca estará en su mano cambiar una legislación que este 10 de marzo, ha sido reiterada en la sesión plenaria del Parlamento Europeo.

Sí, esta mañana por 441 votos a favor, 205 en contra y 52 abstenciones, o sea, por mayoría aplastante, el Parlamento Europeo ha reiterado que la mujer debe tener “control sobre sus derechos sexuales y reproductivos en materia sanitaria, en especial en el acceso a la contracepción y el aborto”.

Cuando Aguirre apela a la reserva espiritual de Occidente, está en su derecho. Afortunadamente Europa está para defender el de las demás. Eso también se lo ponemos “bien grande”, como ella decía.


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