Editorial del 4 de marzo de 2015

Según el barómetro del CIS de febrero, ocho de cada diez españoles no notan mejoría alguna en la economía y más de la mitad ni siquiera cree que vaya a mejorar durante el 2016.

Sólo un 28% cree que los tiempos venideros serán mejores, frente a la misma cifra que afirma que hoy están peor las cosas que hace un año.

Hay pues un divorcio entre los datos que manejan el gobierno de la macroeconomía y los que manejan las familias en sus cuentas corrientes.

Los datos del barómetro de febrero coinciden con la llegada a Madrid del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, que en una entrevista previa al periódico el País, afirma que "lo honesto es decirle a la gente en España que seguiremos con graves dificultades mientras el paro no baje a niveles normales". E insiste, "estamos en medio de la crisis. Esto no ha terminado". El realismo de Junker parece más en línea con lo que piensan los españoles que el propio gobierno español, aunque, eso sí, Junker pide tiempo para que las reformas estructurales hechas por Rajoy empiecen a llegar a las familias.


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