Editorial del 28 de mayo de 2014

Dice el exministro y expresidente del Congreso, José Bono que el Partido socialista tiene riesgo de convertirse en un “pase de modelos”.

Por temerario que sea, no parece que el aún principal partido de la oposición tenga otra alternativa que hacer de la necesidad, virtud y abrir las puertas a todos los militantes. La propuesta de que fueran ellos quienes, con voto directo, escogieran al secretario general del partido se rechazó en 2012 y 2013. Una mayoría abrumadora de delegados votó en contra, cosa humanamente comprensible si tenemos en cuenta que perderían mucho poder para dejarlo en manos de los militantes. Y claro, fuera del aparato suele hacer frío.

La derrota del pasado domingo ha abierto todos los escenarios y, por de pronto, Rubalcaba ha tenido que ceder y contemplar esa posibilidad. Hay riesgo, sin duda. Pero es mucho más peligroso instalarse en el status quo. Si quieren demostrarle a su electorado que no son lo mismo que el PP, deberán decirlo menos y aparentarlo más. No es cuestión de estrategia, sino de convicción.


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