Editorial del 4 de abril de 2014

La policía Nacional, con la colaboración de decenas de ciudadanos, además de las imágenes grabadas en video, ha detenido esta mañana a ocho jóvenes radicales que protagonizaron los actos vandálicos y delictivos al fin de la manifestación del 22 de marzo.

No se descartan nuevas detenciones. Por de pronto sabemos que los 8 jóvenes, mayores de edad, todos ellos varones, según información facilitada por fuentes policiales, son individuos ya conocidos por la policía. Algún anarquista, otros miembros de los llamados movimientos antifascistas, un ultraderechista convertido en ultraizquierdista y varios bukaneros, hinchas radicales del Rayo Vallecano. Junto a éstos, hay otros 9 ya imputados de perfil radical parecido.

Lo que tiene que ver este grupo de vándalos con el espíritu y organizadores de las marchas por la dignidad es tan parecido como un pez a una bicicleta. El talante democrático se manifiesta también cuando se distingue entre lo digno y lo indigno, y se huye de la criminalización general.


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