Editorial del 21 de marzo de 2014

Allí ingresó hace cinco días, aquejado de problemas respiratorios y desde allí, su hijo, Adolfo Suárez Illana nos ha informado a media mañana de la irreversibilidad de su estado.

Con emoción muy visible, el hijo de Suárez ha confesado que "toda la familia lleva 11 años preparándose para estos momentos", aunque la hora de la verdad siempre nos asalta cuando se trata de un ser querido.

Cualquier persona que haya vivido de cerca el Alzheimer sabe de la doble muerte -y por tanto doble dolor- que tienen que afrontar sus familiares. El Adolfo Suárez que condujo la transición, se fue hace 11 años, de forma rápida y devastadora. Hoy se acerca el fin de su presencia física.


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