Editorial del 27 de febrero de 2014

Dice un contrastado proverbio castellano que el que no llora, no mama. El Tribunal Europeo de Justicia ha demostrado que sigue siendo cierto y ha dado la razón a una empresa de transporte catalana que consideró ilegal el céntimo sanitario y acudió a la justicia a reclamar. O sea, un particular que no se plegó consigue una resolución favorable para todos.

Esta mañana la justicia europea ha dictaminado que ese céntimo -llamado sanitario- por cada litro vendido de gasolina durante 10 años, hubiera sido legal si la finalidad fuera medioambiental, o sea, relacionada con las consecuencias del consumo de carburante. Sin embargo, las autonomías lo vendieron como el céntimo sanitario aunque lo usaran para lo que fuera menester.

Es menos impopular cobrar un impuesto para temas de salud que para otras partidas... Y cuando se gobierna pensando solo en quedar bien ante el electorado, puede ocurrir lo que acaba de pasar. Que el Estado tenga que devolver nada menos que 13 mil millones de euros, que es lo que ingresó la Administración durante los 10 años que ha estado en vigor.

En todo caso, no será fácil que tal devolución se produzca. O habrá prescrito en muchos casos o los particulares no podrán demostrar con facturas todo lo gastado.


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