Editorial del 20 de febrero de 2014

El exnúmero 2 del PP en Madrid, Francisco Granados ha renunciado a sus dos cargos públicos, el de senador y el de diputado en la Asamblea madrileña.

Esta vez, a diferencia de otras, los compañeros de partido no solo no han puesto la mano en el fuego por él, sino que la máxima responsable en Madrid, Esperanza Aguirre, ha afeado como mínimo la conducta de ser hombre público y tener dinero en Suiza. Aún en el supuesto de que Granados pudiera explicar de dónde salió su millón y medio de euros.

Eso sí, cuando esta mañana Granados ha comunicado su intención de abandonar los cargos públicos, le han alabado el gesto e incluso han hablado de “dignidad” por hacerlo.

Lo digno sería probar que ese dinero tiene un origen lícito y que tributó por él en su país. Algo de lo que suponemos se ocupará la justicia. ¿Aprovechó Granados la amnistía fiscal para traerse el dinero a España? ¿Seguía allí? ¿Cómo amasó tanto dinero? ¿Puede explicarlo todo?

Las preguntas de casi cada día desde hace muchos.


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