Editorial del 18 de febrero de 2014

El presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, ha desvelado esta mañana, durante un desayuno informativo, su intención de presentarse otra vez a la reelección de su cargo. Ha manifestado su fuerza e “ilusión” para aspirar de nuevo al cargo para según él “culminar el proceso de cambio iniciado hace 4 años”.

Quienes votarán o no por su reelección son los empresarios madrileños que sabrán dilucidar si el señor Fernández es el mejor candidato. Por de pronto, el otro aspirante, Hilario Alfaro, ha comprometido su palabra para que sus empresas no firmen contratos con las Administraciones Públicas si es elegido como responsable de la Patronal. Lo cierto es que hace solo unos meses supimos que Hacienda había enviado diligencias de embargo al Congreso para que retengan los pagos pendientes a la empresa de Arturo Fernández, una deuda que está por encima de los 400 mil euros.

Por último, el actual presidente de los patronos de Madrid está imputado en el Caso Bankia. Al parecer los estatutos de la confederación empresarial no impiden que un imputado ostente cargos directivos. Y a ello se ha acogido el Sr. Fernández que incluso se ha atrevido a reñir a su opositor con el sólido argumento de que “estamos entre caballeros y el debate debe ser elegante”. La elegancia no es el silencio es la ejemplaridad.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net