Editorial del 10 de abril de 2013

Cada vez que la Comisión Europea abre la boca o emite algún informe sobre la situación económica de España, se reedita el mito ancestral del sacauntos o sacamantecas.

Observa el ejecutivo comunitario que sufrimos desequilibrios económicos excesivos, que la recesión va a prolongarse hasta avanzado el 2014, que el paro llegará al 27% y que aguardan a que el gobierno de Rajoy presente a la mayor brevedad, antes de acabar este mes, “una respuesta política detallada de todas las reformas” que hay que acometer.

Sugiere la Comisión que la reforma laboral no está funcionando, que hay que dar empleo a los jóvenes, fomentar más contratos fijos y rebajar los salarios. Habla también de impulsar el mercado de alquiler, pronostican que la vivienda aún no ha caído de precio todo lo que debe hacerlo y finaliza con una sentencia de Perogrullo: que “los hogares españoles no reducen sus deudas porque tienen menos renta disponible”. Desde el descubrimiento de la sopa de ajo no se recuerda otra aportación semejante. ¿En qué se parece este diagnóstico al que hacen nuestros Montoros y de Guindos, que siguen hablando de crecimiento a partir del 2014?

Por de pronto Rajoy ha oído a la Comisión y ya ha anunciado esta mañana nuevas reformas para el último Consejo de ministros de abril.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net