Editorial del 9 de julio de 2012

Dice literalmente el ministro de Hacienda que de no ser por ese “deporte nacional del fraude y el contrabando, ese “¿con IVA O SIN IVA? que se pronuncia con tanta naturalidad” no habría que subir el IVA, que, por cierto, va a subir.

Tiene razón el ministro Montoro, pero hay algo obsceno en el planteamiento: acredita una desesperante impotencia de la Administración para perseguir y detectar a los defraudadores y se le dice a los honestos, “tú que pagas, tendrás que pagar aún más porque otros no lo hacen”. Y lo dice el ministro de Hacienda. ¿De quién depende la persecución de los ciudadanos que engañan a la agencia tributaria? ¿acaso del ministerio de sanidad o el de agricultura y pesca?.

Por otra parte, dice don Cristóbal que el IVA en España es muy bajo en comparación con el resto de Europa. Y es verdad, nuestros vecinos pagan más impuestos indirectos. Pero claro, si ahora es bajo, ¿cómo calificar el IVA de antes de la subida de 2 puntos por parte del gobierno Zapatero en el 2010?. Aquella subida, que el hoy ministro de Hacienda, calificó de profundamente injusta y letal para pensionistas, mileuristas y trabajadores.

Lo que no reconoció el gobierno de entonces, ni el de ahora es que España juega con las cartas marcadas desde Europa. Sería bueno que lo asumieran y lo dijeran. Más vale ponerse una vez colorado.


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