Editorial del 18 de junio de 2012

Lo bueno de empezar un programa a esta hora del día es que se ahorra uno el bochorno de haber descrito la influencia del resultado griego como un “respiro” para nuestro país.

Hacía mucho tiempo que las portadas de tantos diarios e informativos matutinos no coincidían de esa forma asombrosa, pese a las diferentes líneas editoriales. El respiro resultó de Co2.

Lo malo de empezar a esta hora es que se supone que ya hemos tenido tiempo de elaborar un argumento, o una excusa, que justifique que pese a ganar “los buenos” en Grecia, los mercados nos sigan atizando sin piedad. Ahí está la prima, rabiosa, y el Ibex 35, sorbiendo los mocos.

Sería bueno reconocer que solo sabemos que no sabemos nada. Porque lo contrario, es aún peor: lo contrario es asumir que nos engañan. Hasta en España, país virtuoso en la capacidad de olvidar, es mucho pedir que se digieran pronósticos que caducan en un par de horas.


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