Editorial del 28 de mayo de 2012

Lo malo de tardar siete meses en dar una rueda de prensa es que, cuando llega, uno está obligado a marcar un punto de inflexión, es decir, dar opiniones claras, comunicar decisiones valientes y intentar acallar críticas haciendo aquello que los ciudadanos reprochan que no se hubiera hecho ya, por ejemplo, una investigación a fondo del agujero negro de la banca y la “Bankia” en España.

De todo eso se nutre ese intangible llamado “confianza”. ¿La inspira el presidente del gobierno? Enseguida lo planteamos en los tuits de actualidad. Una cosa sí sería recomendable: que aumenten el aire acondicionado de la sala de prensa de Génova. Las gotas de sudor en la frente son un mal mensaje. El marketing político lo sabe desde el debate de Kennedy con Nixon en el 1960.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net