Editorial del 22 de septiembre de 2011

Con lo que hay no se puede juzgar a nadie. Son indicios, pero ninguno alcanza la categoría de prueba inculpatoria. Eso es lo que dijo ayer el Pleno de la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional. Y lo hizo por UNANIMIDAD, digámoslo una vez más, por UNANIMIDAD, esto es con el voto de 14 magistrados, o sea todos los que podían votar, incluídos los propuestos por el Partido Popular, incluso el juez que más recelos y animadversión despierta en el gobierno, el señor Enrique López.

Esto es lo que hay . Ahora observen la disparidad de los titulares:

“Revolcón al juez Ruz” /”La audiencia improvisa para no señalarse ante el 20n”/ “La Audiencia envía el caso Faisán a la casilla de salida”/El Caso Faisán se desinfla/ Bermúdez logra un apaño que salva la campaña de Rubalcaba.

¿Hablan todos del mismo hecho? Hay que pellizcarse para creerlo, pero sí, se refieren al mismo hecho. Este es un asunto, como otros más o menos delicados, que desaparecerán del mapa político-informativo pasado el 20 de noviembre. Salvo que España se “equivoque” al votar y contradiga a los sondeos, cosa, por cierto, que descarta hasta el Tato.


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