Editorial del 12 de abril de 2011

Hay días en que las noticias son la evolución de las del día anterior y otros, que amanecen con novedades. En el primer caso, a las noticias les pasa como al pan del día antes: se puede comer pero no resulta tan apetecible. Hoy tenemos noticias salidas del horno, nunca mejor dicho: Fukushima ya es Chernóbil, es afirmación de este martes. O sea, de 0 a 7, la gravedad de la catástrofe del Japón es 7. Los defensores de lo nuclear también deberían revisar la nota de su optimismo. O, al menos, enviarle un telegrama de disculpas al secretario europeo de energía al que llamaron imbécil como poco, cuando dijo hace 3 semanas que ésto acabaría como Chernóbil.

También hoy es el día en que el portavoz de los socialistas en las Cortes valencianas, Ángel Luna, ha sido absuelto del delito de encubrimiento por no decir de dónde había sacado el informe secreto del sumario de Gürtel. Ya les gustaría a los presuntos delincuentes de Gürtel que su juicio acabara igual. Tienen tan pocas esperanzas que su táctica es enredar y dilatar cuanto pueden.

Este martes, el primer ministro chino ha pronunciado la frase, “España es el mejor amigo de China en Europa”. China encarcela a los disidentes allí pero compra mucha deuda española y le acaba de prometer a Zapatero que seguirán, “que no me entere yo que ese estado pasa hambre“, ha venido a decir Wen Jiabao...

En fin, un día muy apañado. Incluso hay un investigador que dice haber encontrado en una tumba de Jerusalén los clavos de Cristo.


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