Editorial del 18 de marzo de 2011

¿Se ha rendido Gadafi o sólo lo parece? Es la pregunta que a esta hora intentan responder los analistas internacionales. Lo cierto es que a última hora de la noche de ayer el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución para usar la fuerza en Libia, y ésta mañana, después de haber amenazado con el infierno si tal cosa ocurría, ha aparecido contra pronóstico el ministro libio de asuntos exteriores y ha anunciado un inmediato alto el fuego y se ha comprometido a acatar las resoluciones del consejo de Seguridad de la ONU.

¿Qué ha ocurrido entre el momento en que Libia reacciona virulentamente, diciendo que una intervención exterior era una llamada para que los libios se matasen entre ellos y el anuncio de alto el fuego hecho hace un par de horas?

Esta madrugada se temía que la amenaza internacional a Gadafi para defender a los insurgentes libios fuera una operación más de maquillaje que otra cosa. Pero Gadafi, desde luego, no lo ha interpretado así cuando ha mandado un alto el fuego unilateral. ¿Ha acabado todo? Por supuesto que no, resulta chocante el cambio de actitud sin solución de continuidad. ¿qué está tramando Gadafi? Por de pronto, podemos hacer nuestra la frase del gobierno francés. “No nos creemos nada”. Y la frase de Zapatero hace una hora: “no nos vamos a dejar engañar”.


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