Editorial del 5 de octubre de 2010

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez suele ser una persona clara que parece decir lo que piensa y, desde luego, pensar lo que dice.

Esta mañana ha comparecido en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados y ha hecho alguna advertencia que conviene subrayar. Por ejemplo que el 2011 será un año crucial para el futuro económico de España. Eso sí, habrá que hacer muchas cosas y ninguna buena para ganar votos. Por ejemplo, urge según Fernández Ordóñez elevar la edad de jubilación y aumentar el número de años necesarios para acceder a la pensión. También ha sido contundente el gobernador cuando ha aconsejado eliminar del todo de los convenios la cláusula de revisión salarial. En aquellos pletóricos años de vino, rosas e inflación era necesario revisar sueldos cada año para que el trabajador no perdiera poder adquisitivo. Pero en tiempos de crisis, lo que se pierde es el trabajo directamente.

Por último, Miguel Ángel Fernández Ordóñez hace la advertencia más severa a las comunidades autónomas y a ayuntamientos. O los presidentes autonómicos y los alcaldes se aplican los mismos rigores que la administración central, o todo será inútil. Es decir, hay que pedir responsabilidad no sólo al presidente del gobierno de España, también a todos y cada uno de los presidentes autonómicos, incluidos los que actúan como si la crisis no fuera con ellos.


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