Editorial del 15 de marzo de 2010

Empieza la última semana del invierno –el sábado a las 6 y media llega la primavera- y la lista de los que quisieran que el frío se llevase sus penas es larga: por ejemplo, Unión Mallorquina (UM), que une al catálogo de sus imputados otro nombre, el del exconsejero de turismo, Francesc Buils, que ha sido detenido esta mañana por malversación de dinero público. Nos preguntamos si UM tiene más de los suyos dentro que fuera de la cárcel. Tampoco la última semana del invierno será grata para el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Hace un rato el Ministerio de Economía ha decidido intervenir y disolver su compañía de seguros, Seguros Mercurio, antes de que los asegurados se queden como los trabajadores de Air-comet.

Asimismo, el presidente de la república francesa, Nicolás Sarkozy hubiera deseado que los últimos rigores invernales fueran más generosos con su partido, que ha perdido sin paliativos la primera ronda de las elecciones regionales en Francia.

Por no hablar de Beckham que tiene un talón de Aquiles, roto para más señas, y que se queda sin mundial. Y ya a vueltas con los puntos débiles, el gobierno español tiene una auténtica pesadilla delante: que el PP consiga apoyos para dinamitar la subida del IVA, o sea una rebelión de verdad.


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