A partir de hoy, todos los parados están obligados a aceptar un trabajo del INEM, aunque por hacerlo cobren menos dinero del que perciben del subsidio.Si se rechaza el trabajo, el hecho recibirá la consideración de falta grave y se le descontará un 30% del subsidio de paro. Una segunda negativa implicará un 60 % menos y, a la tercera, se le retirará el pago por paro.

La oferta del INEM se entenderá adecuada si es a menos de 30 kilómetros del domicilio del parado y el sueldo tampoco puede ser discutido si es el adecuado para el puesto de trabajo ofrecido, aunque corresponda a una categoría inferior a la que aspira, por formación o experiencia, la persona parada.

Eso es así a partir de hoy mismo porque el viernes, el gobierno central decidió, por sorpresa y por decreto, plantar cara al pulso de los sindicatos.

Es lo que tienen las mayorías absolutas: si no quieres lentejas, aquí tienes dos platos.

Eso y, el abuso de las grandes palabras, como escribía ayer Fabià Estapé en su artículo dominical.

El profesor Estapé negaba que el prestigio de España, grandes palabras, fuera dañado por la actitud de los sindicatos. ¿A qué España se refiere el Sr. Aznar?, se preguntaba...

Esperamos que este maestro de varias generaciones de economistas, entre ellos, dos ministros del PP, no reciba por ello la consideración de “palmero” de los sindicatos, alias que recibe estos días cualquiera que no diga amén.

Bona tarda. Comença La Columna.


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