La cabra legionaria del señor Trillo no podrá desfilar este año en España. El día de las Fuerzas Armadas Españolas, que no saben nunca dónde ni cómo celebrarlo, -tan fuerte es el grado de patriotismo-, este año no se hará aquí sino en Kosovo.
Coincidiendo con la inauguración del cuartel español en los Balcanes, el rey visitará el contingente español humanitario destacado en Kosovo y lo aprovecharán para hacer un discreto desfile de celebración.
La metáfora es extraordinaria: un ejército profesional lleno de inmigrantes, porque son los únicos que quieren defender la patria, y además, celebran su existencia fuera del territorio español.
El ministro de Defensa considera que la presencia del rey Juan Carlos a finales de mayo en esta provincia yugoslava contribuirá a visualizar la participación de las tropas españolas en misiones internacionales de paz.
A parte de esto, con la decisión de poner tierra de por medio, también se visualizan otras cosas. Y no las diremos, porque, como dice el clásico, no toca.
Bona tarda. Comença La Columna.