Editorial del 18 de febrero de 2013

La semana empieza con la policía intentando buscar un pacto con los detectives despedidos de la Agencia Método 3 para que no vendan al mejor postor su material inflamable e inflamante. Arranca también con los partidos calentando motores para el debate sobre el Estado de la Nación, y con Bárcenas regresando de su finde de “esquí” en las montañas de Canadá, saludando al personal en el aeropuerto con una peineta digna de un macarra sin ilustración.

A propósito, no se ha iniciado el lunes con la tradicional rueda de prensa de Cospedal en la sede del partido popular, seguramente porque ya no hay respuestas a las preguntas más sencillas. Un lunes más, la suerte de la familia Pujol en “los negocios” sigue admirando a propios y extraños, y hoy se entiende más que ayer porque Convergencia no puso objeciones a la amnistía fiscal de Montoro. Con tanto detritus informativo, hay quién se escandaliza de que los artistas hablen en su Gala de lo que habla todo el mundo en el bar.


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