Editorial del 15 de octubre de 2012

Al filo de la media noche, en una ceremonia siempre mediática y repleta de intelectualidad, periodistas, políticos y lo más granado de la sociedad civil, se hará público el premio planeta del 2012

Es la edición 61, se han presentado más de 400 originales y el ganador se llevará, como de costumbre, el galardón mejor dotado de las letras españolas -600 mil euros-.

La tradicional quiniela que rellenan durante la velada los comensales invitados, con su apuesta sobre el ganador y finalista, tendrá esta noche un duro competidor en la atención general. Y es que hay otra quiniela sobre cómo y en qué términos se saludarán Artur Mas y José Ignacio Wert, ambos invitados y los dos sentados en la misma mesa. Por de pronto, el ministro de educación ha “suavizado” el ambiente esta mañana, en una entrevista con Herrera, al considerar “una bobada” las últimas declaraciones de Mas sobre la España Una, grande y libre que el president entiende que es la que le gusta al ministro. Declaraciones de los dos recién salidas del horno, por recientes y sobre todo, por calentitas.

Con estos mimbres, los ojos estarán puestos en la mesa presidencial. Esta noche, más que nunca, como dijo ayer José Manuel Lara, se demostrará por qué estaba tan orgulloso su padre, que solía decir que la entrega del Planeta era la única ocasión en que la literatura concitaba la misma cantidad de fotógrafos que el fútbol.


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