Editorial del 26 de mayo de 2011

Hace una hora y media la ministra de Defensa, Carme Chacón ha convocado a los medios para comunicar su decisión de retirarse de la partida de la sucesión.

Lo único que podía obligarla a dar un paso atrás en su determinación de presentarse a las primarias, ha dicho, es exactamente lo que ha pasado. Se está poniendo en riesgo la unidad del partido, la autoridad del presidente e incluso la estabilidad del gobierno. Son las tres razones por las que Chacón tira la toalla.

La ministra de defensa ha tenido que soportar demasiada presión en las últimas horas. Mucho veneno y mucha misoginia sin complejos... Algunos se han atrevido, incluso a insinuar que pretendía convertir la elección en un casting. Lo que más le habrá dolido es que parte de esa insidia le ha llegado desde las propias filas. A ver si el PSOE, gran impulsor de la paridad, va a ser incapaz de poner a encabezar su proyecto a una Cospedal. O a una Aguirre, o una Rudi... o una Barberá. A ver si una cosa será predicar y otra, dar trigo.


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