Editorial del 19 de febrero de 2010

El consejero de interior del país vasco, Rodolfo Ares, ha decidido tomar el mismo camino con sus policías que José Blanco con los controladores aéreos, o sea, contar a los ciudadanos lo que ocurre como primer remedio para que deje de pasar.

En el caso de la Ertaintza, según ha revelado Ares, el absentismo laboral es el responsable de que su consejería gaste mucho más dinero del previsto. Cada día 900 policías vascos no se presentan a trabajar. La cifra supone un absentismo del 12%, que para que nos hagamos una idea, es el doble de lo que se ausentan los mossos de esquadra, y casi tres veces lo que fallan al trabajo los policías en Navarra.

Rodolfo Ares ha insistido en que la mayoría trabaja de forma profesional, que por supuesto es lógico como en todos los trabajos que haya bajas por enfermedad o accidente, pero que hay que combatir las actitudes insolidarias y fraudulentas.

Considerando que el absentismo laboral es un problema endémico en España, tanto que supone en pérdidas un 1% del PIB, es lógico que todos, y especialmente la empresa pública, empiece a tomárselo en serio. Por eso ha hecho bien el consejero vasco en hacer público que sus policías cogen el doble de bajas, de promedio, que el resto de los trabajadores, incluídos otros cuerpos policiales.


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