Editorial del 16 de julio de 2009

El juez de Madrid que investiga el asunto Gürtel, ha enviado 15 comisiones rogatorias a otros tantos países para ver si encuentra el dinero que la trama del tal Correa sacó de España. Es decir, por si el cohecho, falsedad y tráfico de influencias no fueran suficientes delitos, habría que añadir el de evasión de capitales. Unos patriotas, estos tipos, como se ve. Al parecer no se trata de calderilla sino de muchos millones de euros. De hecho, sólo en Suiza los que investigan tienen contabilizados 20 millones de euros. En cuanto al secreto de sumario, del que se quejan a menudo algunas figuras destacadas del PP, va a seguir, como mínimo hasta septiembre. Cree el juez que las diligencias avanzan mejor si no se conocen.

No es el único asunto en que política y tribunales se mezclan en el relato de la actualidad. El PP amaga con acudir a la justicia si no se investiga al exdirector español del espionaje. Y en lo que no amaga, sino que ejecuta hoy mismo, es en acudir al Supremo a denunciar a Chaves por prevaricación y tráfico de influencias.

Cada vez que la madeja política se teje en los juzgados, más credibilidad pierde el sistema. Y más ciudadanos se dan de baja en el interés de la cosa pública.


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