Pronto, 30 de abril de 2005

La periodista asistió a la inauguración de una tienda de Roberto Verino en Barcelona

Poco amiga de acudir a actos sociales, Julia Otero hizo una excepción asistiendo a la inauguración de la nueva tienda de Roberto Verino en Barcelona. “Somos buenos amigos y no podía faltar”, dijo la popular presentadora tras charlar unos minutos con el diseñador y apreciar algunos de sus diseños. “El programa acaba a finales de junio, por lo que espero tomarme unos meses de descanso para disfrutar de la playa, del sol y de mi hija, en definitiva, las cosas más importantes de la vida. La grandeza y la miseria de este oficio es que no sabes lo que pasará mañana, por eso he de aprovechar esta buena racha y acostumbrarme a este tipo de tensión interna”, añadió.

“Quiero que vengan al programa Zapatero y Rajoy”

A lo largo de los años, Julia se ha convertido en la musa del diseñador gallego, pero ella le quita importancia a esta etiqueta: “Es que entre los amigos hay muchos elogios. Yo soy una persona muy sobria, no me gustan las estridencias, por eso prefiero los vestidos y los trajes chaqueta. En temas de moda no soy nada presumida, voy a lo fácil y seguro”. Antes de regresar a casa, la popular periodista confesó estar muy satisfecha con su programa, ya que está entre los siete más vistos de la semana, con dos millones y medio de espectadores, pero aún le quedan nuevos retos: “Estamos intentando que vengan Zapatero y Rajoy, pero tienen unas agendas endemoniadas y, por supuesto, mi querido Serrat”.

Otros invitados al acto fueron David Meca, Arantxa Sánchez Vicario y el modisto Manuel Pertegaz.