La Razón, 21 de septiembre de 2004

El Partido Popular critica «el mal gusto y el sectarismo» de un programa que tampoco gustó a Lorenzo Milá y Fran Llorente

El nuevo talante de la televisión de Carmen Caffarel quedó plasmado este domingo en la gala de presentación de la programación de TVE, que estuvo trufada de alusiones críticas e irónicas a la etapa anterior, la de la TV del PP, y en la que no faltaron referencias nada benévolas al presidente de Estados Unidos y a la Conferencia Episcopal. El especial, que recordó en numerosos momentos al del «No a la guerra» de los Goya 2003, cosechó un discreto 13,7 por ciento de cuota. El PP arremetió ayer contra el programa, cuyo humor consideró «chabacano, hiriente y de mal gusto».

La edición de los Goya de 2003, emitida en directo por TVE-1 y que convirtió el «No a la guerra» de Iraq en el slogan más repetido de la noche, tuvo este domingo su continuidad en la gala de presentación de la nueva temporada de Televisión Española, donde El Gran Wyoming y Rosa María Sardá encabezaron un alegato contra la política del PP y, más concretamente, la televisión del gobierno de José María Aznar, que casó difícilmente con el lema de la noche, «Contamos con todos», pero que satisfizo mucho a los dirigentes de la cadena, con Carmen Caffarel a la cabeza.

El tono de la gala ha molestado enormemente al Partido Popular, que ha criticado su «sectarismo», pero también a periodistas tan significados en esta época como Lorenzo Milá y Fran Llorente, presentador del «Telediario 2» y director de informativos de TVE, respectivamente, quienes el pasado jueves, finalizada la grabación del programa, expresaron su malestar por lo que consideraron algunos excesos que, a su juicio, podían molestar a un sector nada desdeñable de espectadores.

A lo largo de dos horas, desfilaron las nuevas figuras de la cadena, desde Julia Otero a Lorena Berdún y valores seguros como Ana García Obregón o los protagonistas de «Cuéntame». Entre novedad y novedad, Wyoming y Rosa María Sardá intercalaron comentarios sobre el anterior gobierno del PP comparándolo con la situación actual. En ese cometido contaron con la ayuda de alguno de los fichajes estrella como Julia Otero, que dirigió sus dardos hacia el actual presidente de Estados Unidos. La periodista gallega dijo, refiriéndose a George W. Bush y parafraseando al escritor Carlos Fuentes, que «muchos preferirían que volviera al alcohol».

No faltaron tampoco irónicas comparaciones con galas anteriores como «Murcia, qué hermosa», financiada por la Comunidad Autónoma de Murcia, o referencias a que en la nueva TVE se había acabado con el insulto.

La portavoz del PP en la Comisión de Control de RTVE, Macarena Montesinos, denunció el uso «partidista y sectario» de la gala de presentación de la nueva programación de TVE, y denunció que «ésa no es la televisión de todos, ni se cuenta con todos, a pesar de lo que se presenta desde la dirección general». En declaraciones a Europa Press, Montesinos dijo que en el programa se escenificó «el mal gusto, el sectarismo y los recursos fáciles e hirientes», y consideró los diferentes comentarios y actuaciones del programa como «absolutamente chabacanos, impropios de una televisión pública y muy lejos del nivel de calidad exigible».

La diputada del PP criticó que la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, disfrutase con «semejante despropósito» y, en concreto, que «se riese a carcajada limpia con las alusiones que se hicieron al Comité de Sabios». «No entendemos dónde está la risa y la mofa, o igual es que nos están estafando con el tema de los expertos», señaló. En la gala, los presentadores se sirvieron de un tono de humor que, según los populares, resultó «hiriente, chabacacano y de mal gusto».

Las críticas del Partido Popular al tono general de la gala no impidieron que RTVE defendiera ayer la forma y el fondo del programa. «Así ha salido y así se ha asumido», dijo un portavoz de RTVE. «No nos parece una gala sesgada, se hizo más hincapié en resaltar los valores de la televisión pública», precisó. Este portavoz admitió que fue irónica, pero descartó que se utilizara un humor hiriente y despectivo, como ha denunciado el PP.

La gala de la temporada, que anoche repitió TVE-1 tras el capítulo de «Ana y los siete», obtuvo una pobre acogida, con un 13,7 por ciento de cuota, muy lejos del 20,4 de «El inquilino» (Antena 3) y del 31,1 de «Siete vidas» (Telecinco), las dos series con las que compitió.


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