¿Cómo se puede demostrar la viabilidad de un experimento científico si se prohíbe el experimento científico? 48 horas después del nacimiento de una niña sana de 3 kilos, la legislación española de reproducción asistida continua prohibiendo las técnicas que hicieron posible que llegara al mundo.

Podemos decir, pues, que en una clínica de Barcelona acaba de nacer una criatura ilegal. ¿Por qué? Porque es una niña surgida del frío, de un óvulo congelado de su madre, técnica prohibida en España porque, según la ley, “no estaba demostrada su viabilidad”.

Decenas de criaturas nacidas en otros países no fueron suficientes para cambiar una legislación que ya tiene 14 años, una eternidad si consideramos que regula un mundo en evolución meteórica como es la ciencia. Aquella frase de Unamuno, “que inventen ellos”, parece aún vigente: “que experimenten otros”. ¿Y ahora qué? Tenemos una clínica expedientada con una amenaza de multa millonaria, una ley claramente superada, y un Ministerio de Sanidad desbordado por todas partes. Pero sobretodo, hay un padre y una madre que no podían tener hijos, y hoy tienen la que para ellos es la niña más bonita del universo.

¿Una niña ilegal? Más bien, como decía esta mañana el conseller Rius, una ley “obsoleta”.

Bona tarda. Comença La Columna.


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