Editorial del 10 de septiembre de 2012

¿Recuerdan la polémica amnistía fiscal con la que el gobierno esperaba recaudar 2500 millones de euros?

Esa amnistía, tercera de la democracia española, que bendecía el fraude, la evasión de capitales y el dinero negro a base de una inmoral indulgencia tributaria, resulta que está siendo del todo inútil. Cuando se cumple la mitad del plazo dado por Montoro para que aflore la ingente cantidad de dinero español no declarado, sin apenas consecuencias, la recaudación ha sido de... 50 millones de euros, o sea, el 2% de lo esperado. De ahora hasta finales de noviembre, tendrán que aplicarse los exquisitos ladrones para aportar el 98% restante para que el ministerio de Hacienda cuadre sus números.

Está claro que la expectativa del gobierno va a generar, no solo la frustración del fracaso, sino la rabia y desafección de los ciudadanos que llevan toda la vida cumpliendo con su obligación tributaria. Esperemos que ahora no salga el Sr. ministro otra vez, como hizo para justificar la subida del IVA, diciendo que “como no pagan los defraudadores, habrá que volver a subir los impuestos a todos los demás”.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net